Soy bartender orgullosamente mexicano.

Soy testigo de momentos, confidente de desconocidos, mediador entre lo líquido y lo humano.

Llevo 15 años sirviendo copas en esta ciudad.

He trabajado en los mejores bares —y en los peores, donde aprendí igual o más.

Lo que me mueve no es el trago, es la conexión.

Creo en la hospitalidad como un acto profundo.

Estudio la ciudad desde la etnohistoria.

Amo la cultura chilanga: sus excesos, sus mezclas, sus contradicciones.

SipMX es mi forma de contar esas historias.

Desde adentro. Sin filtro.